Una de las señas de identidad es el modelo de cesión de uso, que significa que los residentes no son propietarios de las viviendas, sino que disfrutan de ellas a través de un derecho de uso vitalicio. Este modelo es propio de los proyectos de cohousing y responde a nuestra filosofía de crear comunidades sostenibles y cooperativas. En este sistema, se elimina el afán de lucro, ya que el objetivo no es la ganancia económica, sino el bienestar colectivo y el respeto mutuo.
Este modelo permite que los precios sean accesibles para los residentes, fomentando la solidaridad y la equidad dentro de la comunidad. Las viviendas son gestionadas colectivamente, lo que significa que todos los miembros tienen voz en las decisiones importantes que afectan a la comunidad, como la gestión de los espacios comunes o las actividades grupales.
Nos basamos en un modelo cooperativo donde los ingresos generados son reinvertidos en la mejora y el mantenimiento de los espacios comunes y en el bienestar de la comunidad. Nuestra prioridad es crear un entorno donde las personas puedan vivir de forma autónoma, pero a la vez disfrutar de la seguridad y el apoyo que proporciona una comunidad activa.
El modelo sin ánimo de lucro asegura que los intereses económicos no primen sobre el bienestar de los residentes. El proyecto está orientado a proporcionar un espacio donde la convivencia, el apoyo mutuo y el respeto sean los valores predominantes, sin que el lucro sea una motivación central.
En Lagungarri, tu inversión está protegida y se mantiene en el tiempo. En nuestro modelo cooperativo garantiza que la aportación al capital social se recupere al dejar la cooperativa o en caso de sucesión. Evitamos la especulación y aseguramos que tu inversión se mantenga actualizada y conserve su valor cuando decidas recuperarla.